Te lo explicamos con un par de vídeos
El reloj aún no marca las 9 de la mañana cuando el personal se prepara para otra dura jornada laboral. Menos mal que cazar ratas en el trabajo es mejor que hacer Tai-chi: fomenta el trabajo en equipo, ejercita la habilidad psicomotriz, sube la autoestima, es "cardio-friendly" y hasta quema calorías. No podemos asegurar que baje el nivel de estrés porque saber que estás encerrado en un semisótano con esos habitantes de las alcantarillas y portadores de enfermedades, como que da un poco de grima. .
Adjuntamos declaraciones de Manuel Martos García de Veas, respecto al informe de la Abogacía General del TSUE (personal interino) en el que explica su posición con respecto a .
Somos SEPCA, el Sindicato de Empleados Públicos de Canarias, creado, financiado y dirigido por empleados públicos con el fin de defender los derechos única y exclusivamente de funcionarios y personal laboral en el ámbito de la Administraciones y empresas públicas de Canarias.
SEPCA se financia EXCLUSIVAMENTE con las cuotas de nuestros afiliados (7€ mensuales), lo cual nos da libertad y autonomía para defender únicamente al empleado público y la gestión eficaz de los servicios públicos, tanto municipales, insulares como de la región. Nuestra sección sindical no maneja dinero de las cuotas de afiliación, por eso somos comedidos con el gasto y no podremos invitarte a una comida-mitín y sortear entre los asistentes regalos y accesorios. Nuestra fuerza es nuestro trabajo. Nuestra vocación es la defensa, sin fisuras, de lo público. Llevamos 20 años luchando.
El sindicato Sepca denuncia en Trabajo la presencia de roedores, todos los días, en unos locales del área de Deportes del Ayuntamiento de la capital tinerfeña, y divulga un video en el que, no sin toque de humor, se ve al personal intentando capturar uno.
Una escalera de caracol un tanto singular en un edificio muy singular y con algunos problemillas de accesibilidad, que lleva demasiado tiempo albergando servicios municipales sin que la autoridad competente haya tomado cartas en el asunto, pese a los numerosos conatos de caídas y alguna caída propiamente dicha.
La peculiaridad del susodicho elemento arquitectónico consiste en escalones de unos cinco centímetros de altura al inicio y al final de la misma, que vienen provocando varios sobresaltos a la semana, sobre todo en sentido descendente ya que es difícil (es sólo para iniciados) apreciar la presencia del último escalón. Y todo tenía desde hace eones una solución muy simple y respetuosa con el medio "protegido" y prevista por la normativa en vigor.